lunes, 25 de mayo de 2009

Mi aventura de ser maestro

La aventura de ser maestro
Mi aventura Personal: Luis Porfirio Díaz Delgado.



Después de leer el texto del maestro José Manuel Estéve, reflexiono como fue mi debut en esta profesión de docente del nivel medio superior y les comparto que mi primer grupo se química I (inorgánica) en la preparatoria de la UAQ allá por el año 1985, fue una experiencia inolvidable, porque, el grupo compuesto por 45 alumnos de quinto semestre me dio pocos problemas de conducta y me apoyaron muchísimo en el transcurso del semestre. Fue un grupo muy competitivo y competente, debido posiblemente a que existía una competencia (no quiero llamar rivalidad, porque no creo que sea la palabra adecuada) muy grande entre los miembros del grupo por tener la satisfacción de ser el mejor alumno del salón y eso aumentó considerablemente la competitividad del grupo. El resultado de todo esto fue que un 90% de los estudiantes de ese mi primer grupo obtuviera el grado de licenciatura; un 50 % de ellos llegara a obtener el grado de maestría, y de estos el 10 % el grado de doctor en alguna rama de las ciencias. Mi experiencia con este grupo me impulso a propiciar que en los siguientes grupos que tuve se preocuparan por aprender los conceptos y no en pasar la materia. Me identificaba mucho con los alumnos, pues, en ese entonces yo tenía 24 años y acababa de egresar de la licenciatura de química.


Como profesor debutante me hice a la idea de que lo más importante es considerar a los alumnos como la parte más importante del proceso de aprendizaje; no el programa o los conceptos, sino ellos mismos, por ser quienes van formando su perfil de egresado en una institución que los esta preparando para desarrollarse en el nivel productivo y para el siguiente nivel educativo; la Universidad.


Desde ese entonces, mi preocupación y formación académica como docente ha versado en que el alumno, y no el profesor o la materia, son lo más importante y es en lo que he trabajado. Sostengo que si el alumno aprende de manera consciente los conceptos de las asignaturas, no debe preocuparse por pasar la materia; automáticamente lo hace.


En lo particular, me agrada mucho que mis alumnos o alumnos de otros profesores se acerquen a mí y me expongan sus dudas de manera natural. Sin embargo, me desalienta mucho, que no sepan explicar la duda de primera instancia; esperan que yo les adivine cuales son las dudas y resolverlas de manera automática. Por el contrario, les pido que me digan porque tienen la duda, y qué es eso que esperan obtener. Eso me ha dado muchos momentos satisfactorios, ya que en el intento de que el alumno reflexione sobre lo que tiene y sobre lo que espera, la respuesta a su duda la tiene el mismo, a través de mi participación como ayuda o guía didáctica.


Me he dado cuenta, que con el pasar del tiempo, que la cordura y la rigidez de mis participación como guía académico, donde el alumno es el centro del proceso de aprendizaje se ha transformado, ya que he comprendido que cada alumno es especial, individual, y que tiene un tiempo para acomodar los nuevos conceptos y saberes diferentes a los demás.


Debo mencionar que no todas las experiencias han sido exitosas, he tenido que escribir notas reprobatorias a mis alumnos a través de los años; cosa que no me agrada mucho, pero las asistencias y las participaciones y experiencias académicas en clase son únicas y no se transfieren de la misma manera que si lo hacen entre iguales.


He aprendido a ser más tolerante y a repetir los conceptos las veces que me lo piden, ya de manera general o de manera individualizada; porque, repito, lo más importante para mí, es que se adueñen de los conceptos y no de pasar las materias. Me he dado tiempo para dar asesorías a los alumnos de las escuelas en donde he trabajado para que me pregunten sus dudas y orientarlos hacia la independencia intelectual, que es a fin de cuentas lo que perseguimos.


Mi sueño, es tener una sala de estudio, donde los alumnos realicen todas sus tareas antes de retirarse a sus casas y me consulten sus dudas, para que, “con el tiempo y un ganchito” (como me dice mi mamá), se lleguen a la libertad intelectual.


Por leer esta historia de su compañero de grupo, gracias.
Luis Porfirio Díaz Delgado.
Grupo 313.

4 comentarios:

  1. Hola Luis, si vieras como me has puesto a pensar en todo lo que has escrito, ya que me vienen de golpes tantas ideas y tantos tabùes acerca de los maestros de matemàticas, sabes sè que es muy desgastante cuando un alumno te pregunta algo sin saber a ciencia cierta lo que esta diciendo, ya que no somos adivinos, pero tambièn me pongo a pensar en el perfil de està materia y la gran mayorìa de los maestros que la imparten a veces hasta disfrutan haciendo sufrir al pobre muchacho, martirizandolo, sin saber que es una de las materias màs objetivas y fàciles de digerir y evaluar.
    Me alegra que comentes que has aprendido a ser tolerante y los ayudes a que tengan un aprendizaje significativo. Ya que no es cuestiòn de estar repitiendo como perico sino que se adueñen de los conceptos de manera significativa, que se les quede en la memoria de largo plazo y asì poder utilizarlos en su vida diaria o simplemente que los utilizen de manera interdisciplinaria.

    Gracias
    Gaby

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  2. Maestra Gaby.

    Gracias por tus comentarios y si, me interesa que los alumnos piensen y actuen por sí mismos, no que les digan que hacer y como hacer las cosas. La independencia intelectual se logra con una mentalidad abierta y frezca. Paso a paso se llega al final del objetivo.

    Gracias, nuevamente.
    Luis Porfirio.

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  3. Hola Porfirio:

    Gracias por considerar mi sugerencia, me parece muy bueno que antes que todo siempre has considerado a los alumnos como lo mas importante y que cada uno de ellos es diferente a los demás tanto en su forma de ser como en la forma de aprender y asimilar los conocimientos.

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  4. Que tal profesor Porfirio
    Que grato es compartir comentarios, experiencias y vivencias en el ciberespacio, me es grato al leer tu aportación que tenemos muchas cosas en común hasta la de ser “maestros”, considero que tu labor ha sido ardua y llena de retos, sin embargo puedo apreciar en ti que eres una persona muy capaz y que no te gusta dejar cosas sin resolver, pude apreciar que eres un profesor comprometido con sus alumnos y con su trabajo, lo cuál admiro con respeto y que para ti no todo se remitía aun numero para saber si el alumno había aprendido o no los contenidos de la signatura, tu afán por tener alumnos autónomos en pensamiento te motiva a mejorar el desarrollo de tu labor docente y eso es de admirarse, en lo personal me da gusto tener compañeros de este calibre en la DGETI, agradezco el que nos permitieras conocer aspectos personales y profesionales y en lo personal me es grato conocer tu forma de pensar y sobre todo tu actuar en hora buena y muchos éxitos.
    Estoy a tus órdenes tu amigo
    José Luis Espinoza Castro
    T

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